La autonomía desde los primeros años de vida es la base del aprendizaje. Hace que los niños se muestren más seguros de sí mismos y de sus capacidades a la vez que aprenden a asumir riesgos y a valorar sus posibilidades de éxito.
La autonomía en los niños les permite adquirir destrezas y herramientas para pasar las etapas de su desarrollo de forma positiva y saludable. Además:
- Favorece la seguridad y la autoestima de los niños.
- Permite una mayor estabilidad emocional y afectiva.
- Ayuda a adaptarse a los cambios y asumir nuevos retos.
- Desarrollan las habilidades sociales para tener relaciones satisfactorias
- Adquieren habilidades para solucionar problemas, creando diferentes alternativas y decisiones efectivas.
Un ejemplo de tareas simples adecuadas a cada edad sería el siguiente:
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